Iñaki Garmendia

Posted on Saturday, Mar 1, 2025 | Series: hezkuntza
Iñaki Garmendia y Juan Pablo Huercanos, conversan en torno a Faux départ. Cabeza borradora, un proyecto de creación desarrollado por el mismo Iñaki Garmendia y concebido para ser mostrado en el Museo Oteiza (13/2 – 25/5 2025) dentro del programa Hazitegia, desarrollado junto al Centro Huarte. A partir de la aproximación hacia el busto desaparecido de José Sarriegi realizado por Jorge Oteiza en 1934, Garmendia explora las técnicas escultóricas, el uso de herramientas digitales y la reinterpretación de la escultura como objeto funcional. La conversación conecta estos procesos con el espíritu vanguardista del Donostia de la década de 1930 y la influencia de artistas como Lekuona, Balenciaga o los arquitectos Aizpurua y Labayen. También se abordan temas como la memoria colectiva, la dimensión política de la estética y el cruce entre arte y cultura popular, todo desde una mirada sensible y crítica sobre el legado de Oteiza.

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Iñaki Garmendia y Juan Pablo Huercanos, conversan en torno a Faux départ. Cabeza borradora, un proyecto de creación desarrollado por el mismo Iñaki Garmendia y concebido para ser mostrado en el Museo Oteiza (13/2 – 25/5 2025) dentro del programa Hazitegia, desarrollado junto al Centro Huarte. A partir de la aproximación hacia el busto desaparecido de José Sarriegi realizado por Jorge Oteiza en 1934, Garmendia explora las técnicas escultóricas, el uso de herramientas digitales y la reinterpretación de la escultura como objeto funcional. La conversación conecta estos procesos con el espíritu vanguardista del Donostia de la década de 1930 y la influencia de artistas como Lekuona, Balenciaga o los arquitectos Aizpurua y Labayen. También se abordan temas como la memoria colectiva, la dimensión política de la estética y el cruce entre arte y cultura popular, todo desde una mirada sensible y crítica sobre el legado de Oteiza.

Iñaki Garmendia

Iñaki Garmendia (Ordizia, 1972) pertenece a una generación de artistas vascos que han desarrollado su trabajo en un contexto marcado por tendencias paradójicas: El nacionalismo cultural y la globalización han proporcionado los ingredientes para una estética que a menudo superpone significados heterogeneos. El video, la música, las subculturas juveniles y ciertos productos industriales favorecen la tensión entre las múltiples lecturas de su obra. Sus procesos parten a menudo de la realización de derivados, versiones de objetos culturales a los que se vincula secretamente y sobre los que opera a partir de una lógica del desgaste. Todo ello se pone en relieve especialmente en su producción en vídeo de los últimos 20 años. El extenso metraje con el que acostumbra a presentar sus obras da la impresión de hundirnos en el mismo acontecimiento que la cámara observa. Pero a pesar de ello, sus obras resultan opacas. Carecen de una narrativa tradicional y se instalan en una especie de abstracción que recuerda uno de los mandatos más explicitos del expanded cinema. Asimismo, su inclinación a las estéticas derivadas del punk le confieren un gusto por la resistencia a la oralidad. En conjunto, las obras de Garmendia evitan una abscripción de significado inmediata y rechazan cualquier instrumentalización de imágenes y escenas cargadas de antemano.